EL GRAN ESTADISTA NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA
Dicta la prudencia que todo Gran Estadista ha de reconocer en el firmamento los tintes dorados del ocaso y empezar el camino que lo lleve a disfrutar de los dulces vientos de la posteridad bajo su propia higuera, o en el caso tropical bajo su propio tamarindo. Compartiendo desde allí, la sabiduría adquirida en el … Read more